Marcela Serrano, "Nosotras que nos queremos tanto".
en el amor, igual que en la cocina,
se bate, se amasa, se tamiza,
se revuelve, se vierte, se alisa,
se rellena, se decora y se atempera;
las cosas claras y el chocolate espeso.
El horno no está siempre para bollos
y a veces todo sólo sabe a nada,
otras, en cambio, la boca se hace agua,
pasan días sin comerla ni beberla,
noches en que, con aguardiente, nada se siente,
hambrunas y tiempos más fartucos.
En la cocina, igual que en el amor,
algunas veces te cuelgan la galleta
y las migas que te dejan son eternas,
otras, el hambre se junta con las ganas,
picoteando te arruinan la comida
y quien atiza el fuego es el demonio.
"Lo que no engorda, mata", decía mi abuela
- una ley aplicable en el amor.
Quiero morir, mi bien,
plena de pulpa y pimienta,
de mariposas la panza llena,
y en la cocina, flotando en tu olor.