(Basado en hechos reales)
Una mujer en la barra de un bar,
como un osado desnudo:
un espectáculo digno de admirar
para todo solitario empedernido,
una invitación a adivinar
qué será lo que hasta aquí la ha traído.
Una mujer, un claroscuro a pintar,
entre tanto borracho sin sentido,
tiene más que una pena que olvidar
del dolor que le causa un ser perdido
que en las sombras insiste en perdurar,
sentada y sola, mujer en llanto enmudecido.
El barman, silencioso y singular,
iniciado en las artes celestiales del batido,
el veneno indicado ha de mezclar
siendo su fuerte el pasar inadvertido.
- Señora, dígame: ¿Qué va a tomar?
Imagino que lo va a querer helado...
Una mujer, un claroscuro a pintar,
entre tanto borracho sin sentido,
tiene más que una pena que olvidar
del dolor que le causa un ser perdido
que en las sombras insiste en perdurar,
sentada y sola, mujer en llanto enmudecido.
El barman, silencioso y singular,
iniciado en las artes celestiales del batido,
el veneno indicado ha de mezclar
siendo su fuerte el pasar inadvertido.
- Señora, dígame: ¿Qué va a tomar?
Imagino que lo va a querer helado...
- Si fueras yo, ¿Qué elegirías para tomar,
si saltear estas fiestas fuera tu cometido?
Que sea algo que me ayude a olvidar
tanto deseo de felicidad remanido
que no me haga sentir tan fuera de lugar:
algo fuerte y bien servido...
Nada mas.